Bienvenid@

Tus pensamientos son lo único que nadie puede arrebatarte, exprésalos con juicio. No te dejes guiar por lo que otros digan o dejen de decir, sé tú mism@, no otra persona.

martes, 14 de enero de 2014

Tan lógico y tan incomprendido

Las primeras tres definiciones que da la Real Academia sobre el amor son las siguientes: «sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser»; «sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear»; y, «sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo». En nuestro propio diccionario de la lengua no hacen ninguna referencia a que el amor, considerándolo como un sentimiento de pasión, solo pueda darse entre dos personas de distinto sexo, ¿por qué, entonces, tantos se niegan a comprenderlo? Puedo entender que haya reticencias a la hora de aceptarlo, cuando se lleva toda una vida luchando contra algo, es difícil cambiar de opinión de la noche a la mañana; pero ese no es motivo para atacar como lo hacen algunos.

Supongo que muchos argumentarán que ese amor del que yo hablo, «no es natural» y que, por tanto, no debe ser permitido, pero sigo sin entender qué mal puede hacer que dos personas se amen. El amor es un sentimiento que te libera, te hace querer ser mejor no solo para esa persona, también para ti mismo, y te ayuda a superar los obstáculos del día a día. Durante mucho tiempo lo he pensado, y he llegado a la conclusión de que esas personas que intentan encajar el amor dentro de unos límites estrictos, son aquellas que no entienden lo que verdaderamente significa.

Nos consideramos la cima de la evolución, la especie que está por encima de las demás, pero aún no somos capaces de aceptar las diferencias del resto ni de comprender que no todos somos iguales. Suena estúpido, pero es la verdad. Vivimos en un mundo donde se nos dicta qué debemos hacer, con quién, cuándo, cómo y por qué, y si nos salimos de ese régimen establecido, se nos tacha de escoria. Es curioso cómo el ser humano se esfuerza por desentrañar los misterios que le rodean cuando todavía no es capaz de comprender los conceptos más básicos. Ni de aceptar que nadie es perfecto.

Yo soy humana y tengo mis fallos, y como todos, no siempre actúo como debería; no obstante, siempre tengo en mente que no todo el mundo piensa como yo. Siempre vamos a encontrar a alguien que opine de forma distinta, y a menudo esas opiniones serán irreconciliables, pero lo único que hace falta es saber aceptarlo y respetarlo. No pido que absolutamente todo el mundo acepte de buena gana que mi pareja sea otra chica, pero creo que es razonable pedir respeto. Del mismo modo que yo no insulto a nadie por ser heterosexual, no entiendo por qué alguien sí puede insultarme a mí por no serlo. Es igual de absurdo que meterse con alguien por el color de su piel o porque sus ojos son azules en vez de marrones, ¿qué sentido tiene?


Una parte de mí es optimista y cree que con el paso del tiempo, empezaremos a comprender que lo diferente no siempre es malo, pero la otra opina que hemos tenido miles de años para mejorar en ese aspecto y apenas se muestran los resultados para la cantidad de tiempo invertido. Solo me queda esperar que la segunda se equivoque.

domingo, 20 de octubre de 2013

¿Falta de inspiración?

Llevo tanto tiempo sin escribir algo aquí que cuando entro me parece un lugar distinto, casi como si no fuese mío ya. Quizás sea porque el 80 % de mis entradas siempre han sido de carácter depresivo y últimamente apenas encuentro motivos para escribir así. A lo mejor va siendo hora de darle un vuelco a todo esto, cambiar este aire de tristeza que lo envuelve y darle un toque más ameno. Siempre he utilizado este blog para desahogarme, una especie de diario macabro al que contarle todos esos pensamientos oscuros que surgen en mi interior, un pequeño confidente; pero últimamente no lo necesito, ya tengo a alguien con quien compartirlo todo, algo que no estaba segura de poder hacer algún día.
Creo que mi espíritu literario tiene poco fondo, solo surge por épocas breves y únicamente da para textos cortos, jamás he conseguido terminar ninguna de las historias que tengo en mente, incluso las que tengo más que ideadas en mi cabeza. Será cuestión de falta de fuerza de voluntad, al fin y al cabo, escribir es como cualquier otra vocación: si no se le dedica tiempo y esfuerzo, no termina de florecer. No obstante, de vez en cuando me entran estos pequeños arrebatos, y la nostalgia acude para impulsarme de nuevo a contar algo más.
Lo que quiero decir con todo esto, es que seguramente vuelva por aquí con pequeñas historias que se me ocurran, con anécdotas o con algo que verdaderamente me parezca digno de mencionar; aunque quizás ya nadie se pase por aquí para verlo.

jueves, 20 de junio de 2013

Involución

El otro día, visitando una de esas múltiples páginas de chorradas varias que me encantan, vi algo relacionado con cierta web que me llamó la atención. Dicha web se hace llamar Ashley Madison, y si bien podríamos incluirla en el saco junto a otras como Meetic o Match, existe una diferencia clave. ¿Cuál es? Pues que mientras estas dos últimas ofrecen la posibilidad de encontrar pareja o algo menos formal a personas solteras, Ashley Madison se publicita incitando a aquellas personas que ya se encuentran en una relación, a buscar una aventura, como podemos ver en su lema "Life is short. Have an affair" ("La vida es corta. Ten una aventura"). ¿Se puede saber a qué clase sociedad estamos evolucionando? O quizás debería decir involucionando, porque a esto no se le puede llamar avance.
Para empezar, jamás he comprendido por qué todavía existen personas que se meten en una relación si no saben serle fiel a su pareja, pero que encima a alguien se le ocurra crear una página donde promueve este tipo de actos... ¿quién es tan mezquino como para aprovechar una situación así? En este caso, tendríamos que mencionar a Noel Biderman, director ejecutivo y encargado de publicitar a Ashley Madison. Tras varios intentos en vano de conseguir una promoción mayor, como intentar renombrar el Sky Harbor o el New Meadowsland Stadium a cambio de una suculenta cifra, me sorprende que aún no se les haya caído la cara de vergüenza, porque, citando textualmente a Trish McDermott, su negocio está "construido sobre corazones rotos, matrimonios arruinados y familias dañadas", pero por desgracia, no es la primera ni será la última barbaridad que tendremos que soportar mientras la sociedad siga por este camino.
Lamentable.



domingo, 5 de mayo de 2013

Momentos filosóficos

Es curioso cómo va pasando el tiempo. Cuando quieres darte cuenta, ya no tienes 15 años, ya no eres esa niña perdida que no sabía lo que quería, has crecido y te das cuenta de cosas que antes desconocías.
¿Quién me habría dicho que mi vida sería así ahora? Apuesto a que si me lo hubiesen dicho, no les habría creído. Ahora me pregunto cómo pude ser tan tonta en ciertas ocasiones y cómo pude creerme todas esas tonterías. Sin duda, hay muchas cosas que preferirías no recordar, que incluso en más de una ocasión has deseado olvidar, pero es importante darse cuenta que todas y cada una de tus experiencias te hacen ser como eres.
Es difícil aceptar que los momentos más duros de nuestras vidas sirven para algo, que una mala experiencia amorosa puede ser de ayuda, o que la pérdida de un ser querido puede ser algún día motivo de superación, porque a nadie le gusta recordar lo que le ha hecho daño, pero, ¿acaso sabríamos lo que es la felicidad si no hubiésemos conocido antes la tristeza? ¿sabríamos qué es reír si no hubiésemos llorado antes? Puede que sí o puede que no, pero si hay algo que no dudo, es que las malas experiencias nos sirven como lección para valoras más las buenas. No es un proceso fácil, mucha gente no llega a darse cuenta de ello jamás da igual la edad que marquen las velas, pero solo asumiendo esto se puede avanzar como persona.
Me ha costado muchos años admitir que mis errores me han ayudado, y mucho más darles las gracias a esas personas que me han causado dolor porque me han hecho crecer. Aún así, soy joven y por definición impulsiva, todavía no razono las cosas del todo, y no pretendo decir que tenga las respuestas a todas las preguntas, pero sí creo que poco a poco voy asumiendo que las cosas que nos suceden, suceden por algún motivo y que siempre habrá algo que nos dejen como lección.

martes, 9 de abril de 2013

¿Innovar? ¿Se come?

Siempre me han conmovido las historias de amor con final feliz, tanto en películas como en libros como en cualquier aspecto, pero la mayoría de ellas no me parecían reales. Existe una manía generalizada de incluir una trama de amor en absolutamente todas las historias que se hacen, bien secundaria bien principal, y la mayoría de ellas acaban bien, ¿nadie más piensa que son demasiado?
Pongamos por ejemplo la típica película de acción en la que el mundo está a punto de irse al garete y el héroe principal, el típico que le lanzas una granada, se la traga y escupe la anilla sin que le afecte, es el único que puede salvarlo, ¿qué ocurre a mitad de la película? Salva a una chica y terminan felices y comiendo perdices. En serio, el tópico del superhombre masculino y viril que salva a la damisela en apuros está MUY utilizado, en la variedad está el gusto.
Si vas a hacer una historia de amor, centra la película en eso, como es el caso de Moulin Rouge, el diario de Noa, Titanic... pero si vas a hablar de un apocalipsis zombie, una invasión alienígena o algún asunto por el estilo, deja las historias amorosas aparte, o dale un final abierto sin que sea demasiado obvio, porque cuando voy a ver una película de acción o por el estilo, suelo buscar eso, acción, lo otro sobra. Queda demasiado obvio y muy forzado, tengo que darle la razón a mi niña, que es quien me suele hablar de estas cosas.
Yo quiero más películas de temática homosexual, que traten de temas de actualidad tal y como son y que no traten de ocultar la realidad maquillándola. Aunque lo dudo mucho por ahora, puedo seguir soñando.
Últimamente escribo poco, pero desvarío mucho, preveo un cambio de rumbo en la dirección de mi blog.
El que avisa no es traidor.

lunes, 11 de febrero de 2013

El hilo rojo del destino

Releyendo historias, mangas y demás cosas relacionadas con Japón, recordé la historia del hilo rojo del destino, una creencia que dice que las personas destinadas a conocerse están unidas mediante un hilo rojo que une sus meñiques. El hilo no puede destruirse nunca, da igual el tiempo que pase, la distancia que haya o las circunstancias que se den. De hecho, antiguamente, la creencia era tal que algunas mujeres llegaban a amputarse dicho dedo para demostrarles fidelidad eterna a sus esposos.
¿Que por qué el dedo meñique? Bueno, ninguna leyenda es exacta ni tampoco sus orígenes, pero se cree que tiene que ver con la vena que pasa por ahí y que llega directamente al corazón. Por así decirlo, ese hilo sería una conexión entre dos personas, de corazón a corazón mediante los meñiques.

Una historia que circula es la de un hombre anciano que vive en la luna y sale a pasear cada noche en la búsqueda de las almas que están predestinadas, y para que ninguna se pierda, las ata con un hilo rojo. No obstante, existe otra leyenda aún más extendida:

Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa, quien tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mandó traer a su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y a seguir el hilo. Esta búsqueda les llevó hasta un mercado, en donde una pobre campesina con un bebé en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: "Aquí termina tu hilo", pero al escuchar esto, el emperador enfureció, creyendo que era una burla de la bruja, empujó a la campesina, que aún llevaba a su pequeña bebé en brazos, y la hizo caer, haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Y ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse, y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda.
En el momento de ver el rostro de su esposa por primera vez, la cual entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente, al levantar éste, vio que ese hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente, pues no era otra que la pequeña niña que había sido empujada en los brazos de su madre.


Para todas las personas que creen que cada uno de nosotros tiene a alguien predestinado, esta historia es la perfecta excusa para no desesperar jamás, porque nunca sabes cómo, cuándo ni dónde aparecerá esa persona. Es bonito creer que, pase lo que pase, estamos conectados a alguien mediante ese hilo, y que una vez la encontremos, nada hará que eso cambie.



martes, 5 de febrero de 2013

Génesis de Alexandria

El otro día me topé con una imagen de un ojo color violeta y una leyenda diciendo "Génesis de Alexandria, el gen que hace que tengas los ojos violeta". En seguida me puse a cotillear en internet, porque siempre he sentido interés por las cosas curiosas como ésta, pero al parecer, lo que la mayoría cree que es un gen, no es más que una leyenda que circula por ahí, una leyenda que surgió de un fanfiction creado a raíz de una serie de televisión. Sin embargo, la "leyenda" me pareció interesante, y quería compartirla por aquí.

En 1329 nació en Londres una mujer llamada Alexandra Augustine. Al nacer todo parecía normal, pero conforme pasaban los meses, los ojos azules de Alexandra fueron adquiriendo un color púrpura, que se hizo notable en su primer cumpleaños. Los padres, aterrorizados, la llevaron a su sacerdote al creer que su hija había sido embrujada para preguntarle si podía pedirle a Dios que volviese a cambiar el color de sus ojos. Sin embargo, el cura había oído hablar de una raza que poseía los ojos morados, y les dijo a los padres que no era obra del diablo, sino un mito hecho realidad.
La historia decía que estos seres humanos provenían de Egipto después de que una misteriosa luz apareciese  en el cielo, mil años atrás, durante una noche sin luna. Los seres de ojos morados también poseían una piel muy clara y se creía que eran espíritus por su apariencia. Esas personas "espíritu" fueron hacia el norte y terminaron desapareciendo sin ningún rastro. El sacerdote les dijo que no se preocuparan y que tenían una niña muy especial, que la cuidaran.
Alexandria creció y se convirtió en una hermosa mujer. Se casó y tuvo cuatro hijas, de las cuales se dice que también heredaron la mutación, y murió a los 150 años de edad.
Las personas que posean esta mutación, aparte de los ojos morados, tendrían otras características: la carencia de vello en el cuerpo, piel blanca inmune a las quemaduras, aspecto más joven, largas vidas de hasta 170 años, visión perfecta... y las mujeres no tendrían el periodo, aunque sí serían fértiles toda la vida.

Génesis de Alexandria no sería más que una historia que se fue de las manos de su creador y que terminó convirtiéndose en leyenda. Tal vez sí existió esa mujer, y tal vez sí poseía un gen distinto que le hacía tener los ojos así, pero todas esas otras características son demasiado increíbles como para poder ser ciertas.
En cualquier caso, es una historia curiosa, a mí, al menos, me entretuvo investigar sobre ello.