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Tus pensamientos son lo único que nadie puede arrebatarte, exprésalos con juicio. No te dejes guiar por lo que otros digan o dejen de decir, sé tú mism@, no otra persona.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Rollercoaster

Con cada nuevo comienzo siempre hay pros y contras, sensaciones contradictorias y miedo. No soy alguien que necesite estrictamente una rutina para sentirse segura, me gusta hacer cosas distintas y probar a ver qué tal, pero siempre hay situaciones en las que tengo miedo de arriesgar para intentar algo que no sé si saldrá bien. Me considero una persona relajada y tranquila la mayor parte del tiempo, algo impulsiva a veces y demasiado perezosa en otras, e incluso rozo el pasotismo muchas veces a lo largo del día, pero eso no implica que no le dé mil vueltas a ciertas cosas ni que no me preocupe por nada.

Muchas veces llegan oportunidades que tienen mucho que ofrecerme, pero también que quitarme, y el hecho de tomarlas o no me recuerda a subirte a una montaña rusa: llegas a la cola y piensas que puede estar bien, que es algo distinto y que puede ser divertido. Conforme vas avanzando, empiezas a ponerte nervioso porque te das cuenta de lo verdaderamente grande y peligrosa que es, y empiezas a dudar sobre si verdaderamente te subirás o no. Una vez que estás llegando, tienes dos opciones: o seguir y subirte o dar media vuelta y renunciar antes de arrepentirte.
Si das media vuelta, cuando veas a la gente subir y disfrutar de la atracción, te preguntarás si realmente deberías haber subido y si el haberte marchado no habrá sido una tontería. Quizás en otro momento sí te decidas a subir, pero quizás ya será tarde y esté cerrada. 

Por otro lado, si decides subirte, una vez lo hagas sentirás los nervios recorriendo todo tu cuerpo y acumulándose en tu estómago. Pensarás que has hecho una estupidez y que no deberías haberte subido, pero la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás, solo te queda esperar que el viaje merezca la pena.
Una vez más, hay dos resultados posibles: tal vez, una vez se ponga en marcha la atracción, sientas a adrenalina y grites de emoción, cierres los ojos y te dejes llevar por las sensaciones; o tal vez, el pánico te inunde y te agarres al asiento con todas tus fuerzas deseando que se acabe cuanto antes. En cualquier caso, al bajar, podrás decir que te subiste y lo intentaste. Si no te gustó o te dejó un mal sabor de boca, tendrás la experiencia para tener más cuidado la próxima vez, pero si al bajarte solo pensabas en volver a hacerlo, entonces sabrás que muchas veces hay que intentar algo antes de descartarlo sin más, porque no sabes lo que te podrías estar perdiendo por miedo, y te sentirás orgulloso de haber aprovechado el momento.



En definitiva, uno nunca sabe lo que le espera cuando comienza algo y aprovecha una oportunidad, porque del mismo modo que puede salir mal, también puede salir bien. De cualquier modo, algo siempre se aprende, y aunque esa decisión pueda parecer estúpida o sinsentido, las mejores cosas no vienen fácilmente, y muchas veces hay que arriesgarse para conseguir algo que deseas.

2 comentarios:

  1. subete sin pensarlo mas... aunque tal vez llego tarde... la vida está para vivirla. Si la ves a través de la ventana, donde te sientes mas seguro te arrepentirás de muchas cosas

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  2. Ya me he subido, y me alegro de ello :)

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