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Tus pensamientos son lo único que nadie puede arrebatarte, exprésalos con juicio. No te dejes guiar por lo que otros digan o dejen de decir, sé tú mism@, no otra persona.

viernes, 3 de agosto de 2012

Cambio

Es curioso como mis propias palabras me hacen recordar: releer viejos textos cargados de emociones y darme cuenta que éstas siguen ahí realmente, latiendo de forma débil y arrítmica, pero vivas al fin y al cabo. A veces, ni la distancia ni el tiempo son suficientes para matarlas por completo; a veces, solo queda asumirlas en lugar de intentar deshacerse de ellas; a veces, olvidar no es una opción.
"Lo que no mata, te hace más fuerte", pero yo creo que simplemente te deja una huella imborrable, como una cicatriz cuyo borde resalta al rozarlo con los dedos: te crea un punto débil.
El tipo de cicatriz al que yo me refiero, es al interno, al que no se ve a simple vista pero que se nota cuando miras hacia atrás y comparas lo que había con lo que hay: menos brillo en la mirada, risas que no son tan libres como antes... Cambios que no se ven de un día para otro pero que resaltan cuando miras hacia atrás.
¿Sabes lo que ocurre cuando se juntan demasiadas cicatrices así? Que bloquean el paso y las cosas dejan de afectarte de la misma manera. Un día te levantas y ves que no es lo mismo: eres la misma persona pero a la vez no lo eres. Pierdes algo, la capacidad de volver a intentarlo de nuevo, pero no estás triste. Te das cuenta de que alguien le puso un candado a la caja donde guardas lo que eras antes pero jamás te dio la llave.
Hay cosas que no tienen sentido, como esto, tal vez, pero no por ello dejan de ser ciertas.

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