Contradicciones

No me gusta fingir ser algo que no soy, pero a veces es la única forma de seguir adelante.
Estoy cansada de no saber qué pensar, de intentar avanzar y volver a tropezar con lo mismo de siempre, de creerme promesas que nunca se cumplen, y de oír palabras que el viento se lleva.
Odio cuando juegan con mi cabeza, no puedes decir algo para luego hacer lo contrario, ya no sé si son paranoyas o si leo las cosas de alguien que no decide lo que quiere.
Yo no me he movido, no he cambiado mi forma de pensar, pero cuando algo es frágil hay que protegerlo con murallas, aunque eso pueda significar herir a alguien.
Aún no entiendo todo lo que está sucediendo a mi alrededor, y lo intento, pero no puedo seguir un juego en el que cambian las reglas constantemente... ¿por qué las cosas no pueden volver a ser sencillas?
Debo de haberme vuelto loca... ya no sé qué se espera de mí, ¿que siga insistiendo? ¿que me resigne? ¿que le dé la espalda a todo? Hay veces en las que me gustaría que se me dijeran las cosas a la cara, hablar de persona a persona, pero no siempre se puede...
Tal vez debería hacer caso de mi razón, al fin y al cabo, el otro camino es más difícil, ¿no es así?
Supongo que solo me queda esperar y ver qué sucede, pero no pienso quedarme de brazos cruzados como siempre, me pondré la máscara y pararé el tiempo en mi pecho.