"Hoy la evidencia me ha vencido y me ha hecho llorar", escuchaba el otro día decir en una canción de vuelta a casa, y me di cuenta que esa pequeña frase resumía mi estado a la perfección: ese momento en el que no quieres aceptar lo que ocurre pero no puedes negarlo. Aún me cuesta creer que todo esté pasando tan rápido, mi cerebro no tiene tiempo de procesar los cambios, pero mi cuerpo lo siente, y hace que el temor fluya rápidamente por mis venas.
Eso es lo que siento: miedo, miedo a lo desconocido, que a la vez no lo es; miedo a esperar, a esperar un momento que quizás no ocurra; pero sobre todo, miedo al dolor, ese dolor que ya me es tan familiar, que habita mi cuerpo y no me deja ir facilmente...
Cuanto más escribo, más definidas se hacen mis emociones: escribir me libera de las cosas que no diría de ninguna otra manera.
Quizás tenga una posibilidad, una esperanza, pero aún es pronto para confiarse, mientras tanto, te mantendré a raya y viviré consciente de tu presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario